□
El objetivo de esta visita ha sido dar a conocer de primera mano la operativa
de una granja de acuicultura en mar abierto, así como exponer sobre el terreno
la situación de las empresas de este sector ante la tasa de uso de los puertos
que les está siendo aplicada.
□
En los últimos años, en algunos puertos españoles las administraciones
portuarias han modificado al alza el tipo de tasa portuaria que aplican a la
acuicultura, sin que ello haya implicado mejoras en los servicios recibidos.
□
La acuicultura requiere de un marco jurídico y administrativo libre de
incertidumbres y que desde un punto de vista impositivo sea predecible,
proporcional y homogéneo. APROMAR propugna el establecimiento de unos criterios
de tasas portuarias específicos para la actividad de la acuicultura, que
atiendan a sus particularidades y que sean generales para toda España.
27 de noviembre de 2013. La acuicultura marina de peces es una actividad
económica relevante en la mayor parte de las costas españolas, en particular en
la Comunidad Valenciana, y en la actualidad, sumado a las producciones
acuícolas de terceros países, suministra una parte relevante del consumo de
productos acuáticos en España. En 2012, la acuicultura marina española produjo
48.000 toneladas de pescado (dorada, lubina, corvina y rodaballo, principalmente)
con un valor en primera venta total de 240 millones de euros. Este sector lo
forman empresas competitivas e innovadoras que están en la vanguardia de la
acuicultura en Europa, que ofrecen empleo de calidad y que comercializan sus
productos tanto en España como en mercados exteriores. Sin embargo, en los
últimos años su desarrollo se ha visto comprometido con motivo de la
inadecuación del marco administro en el que deben desenvolverse.
Esta actividad económica está sometida a una dura competencia desde otros
países del entorno mediterráneo en la producción y comercialización de las
mismas especies. En este mercado globalizado los costes de producción vienen
marcando la diferencia en cuanto a rentabilidades empresariales. Las empresas
son responsables de reducir sus costes propios, pero en este mismo sentido es
esencial para su competitividad el desenvolverse en un marco
administrativo-fiscal ajustado y adaptado a sus características particulares
que no le incremente innecesariamente las cargas administrativas.
El 80% de la
producción española de peces de acuicultura marina se desarrolla en viveros
flotantes en el mar. Estas granjas son servidas en barco desde puertos base
próximos. Estos puertos permiten abastecer con juveniles de peces y pienso a las
granjas, trasladar diariamente al personal y, en sentido inverso, en ellos se
descarga el pescado cosechado camino de los mercados.
Los puertos son
infraestructuras esenciales para el desarrollo de la acuicultura. En España la
acuicultura se sirve de puertos que dependen de muy diversas administraciones
públicas: del Estado, de Comunidades Autónomas e incluso de autoridades locales
como municipios o diputaciones/cabildos. Esta variedad de autoridades
portuarias está en el origen de la enorme variabilidad de costes que supone
operar desde un puerto u otro, sin que ello mantenga relación con los servicios
recibidos en cada caso.
Esta situación
conlleva graves disfunciones en la unidad de mercado que merma la
competitividad de unas empresas respecto de otras, así como frente a los
pescados de acuicultura importados.
En general, no existen
normas específicas para el establecimiento de tasas portuarias a la
acuicultura. Hasta muy recientemente le eran aplicadas en todos los puertos las
fórmulas habituales de tasas mercancías diversas (T1, T2 y T3), considerándose
de forma agregada estas tasas por los servicios recibidos (superficie, atraque,
etc.). Pero desde 2004 se viene aplicando en los puertos dependientes de la
Comunidad Valenciana la tasa G4 (T4) a la acuicultura, por una inapropiada
asimilación con la pesca. Desde entonces, alguna otra Comunidad Autónoma más ha
incorporado la acuicultura a la G4, como Cataluña.
Las tasas T1, T2 y T3
suponían entre el 0,01% y 0,5% del valor del pescado desembarcado y cubrían
todos los servicios portuarios recibidos. Actualmente, una empresa de
acuicultura marina, dependiendo del puerto que utilice como base, puede tener
que pagar hasta el 2% de su facturación en concepto de esta tasa de puertos.
Esta exacción no guarda proporción alguna con los servicios recibidos y supone
un muy elevado coste, inasumible para las empresas, que está comprometiendo el
desarrollo de la acuicultura en algunas zonas.
En el día de ayer
APROMAR llevó a cabo una visita a una granja de acuicultura marina localizada
en el mar frente a la localidad alicantina de Altea, propiedad de la empresa Basademar,
del grupo Culmarex, con el objetivo de dar a conocer de primera mano la
operativa de una granja de acuicultura en mar abierto, así como exponer sobre
el terreno la situación de las empresas de este sector ante la tasa de uso de
los puertos que les está siendo aplicada.
En el evento
participaron el senador del grupo Popular, D. Enrique López Veiga, la directora
general de Empresas Agroalimentarias y Pesca de la Generalitat Valenciana, Dña.
Marta Valsangiacomo Gil, representantes de los ayuntamientos de Altea y
Mutxamiel, y de otros departamentos de la Generalitat Valenciana, así como
empresarios del sector de la acuicultura valenciana y murciana, encabezados por
el presidente de APROMAR, D. Rodolfo Barrera Orozco.
La comitiva visitó la
granja en el mar, frente al puerto de Altea, en la que se mostró la operativa
de despesque, así como las instalaciones portuarias con las zonas de trabajo
dedicadas a las labores auxiliares de acuicultura. Posteriormente se mantuvo
una sesión de trabajo en el Club Náutico del puerto de Altea.
Los representantes del
sector, en sus ponencias, recalcaron que propugnan un marco
administrativo-fiscal ajustado y adaptado a las características particulares de
la actividad de la acuicultura, en el que tasas y cánones se ajusten a los
principios de uniformidad, previsibilidad y proporcionalidad.
Un momento del despesque |